Mientras el bebé crece en el útero, existe una abertura normal entre las aurículas izquierda y derecha (cámaras superiores) del corazón. Si esta abertura no logra cerrarse de manera natural poco después de que el bebé nace, el orificio se denomina persistencia del agujero oval.

La persistencia del agujero oval permite que la sangre se desvíe y eluda los pulmones, los cuales no son usados por el bebé cuando crece dentro del útero, de tal manera que el agujero no causa problemas en un bebé que no ha nacido. Se supone que el agujero se cierra poco después del nacimiento, pero algunas veces no lo hace, y en aproximadamente 1 de 3 ó 4 personas nunca se cierra.

La causa de esta afección se desconoce y no existen factores de riesgo conocidos.

Los bebés que padecen persistencia del agujero oval y sin otro defecto cardíaco no presentan síntomas.

Se puede realizar una ecocardiografía para diagnosticar la persistencia de un agujero oval y, si la afección no se puede observar fácilmente, el cardiólogo puede llevar a cabo una "prueba de la burbuja". Esta prueba consiste en la inyección de una solución salina (agua salada) dentro del cuerpo; si se presenta persistencia del agujero oval, se forman burbujas de aire desde el lado derecho al izquierdo del corazón.

Esta afección no se trata, a menos que existan otras anomalías cardíacas o si la persona sufrió un accidente cerebrovascular causado por un coágulo de sangre en el cerebro.

El cierre de una comunicación interauricular alta generalmente requiere una cirugía invasiva por parte de un cardiólogo debidamente capacitado, que utilice una herramienta especial para sellar el agujero de manera definitiva.

El bebé tendrá una salud normal en ausencia de otros defectos cardíacos.

A menos que existan otros defectos, usualmente no hay complicaciones asociadas con esta afección. Ha habido algunos estudios que sugieren que los pacientes de edad avanzada y que padecen de persistencia del agujero oval tienen una tasa mayor de ciertos tipos de accidentes cerebrovasculares (tromboembólicos). La razón para esto es que estas personas frecuentemente desarrollan coágulos sanguíneos en las venas de las piernas, los cuales algunas veces pueden viajar desde su sitio original hasta el lado derecho del corazón.

Si se presenta persistencia del agujero oval, el coágulo entonces puede pasar del lado derecho al lado izquierdo y puede viajar al cerebro y alojarse allí, impidiendo que la sangre fluya a esa parte del cerebro (accidente cerebrovascular).

Algunos pacientes pueden tomar medicamentos para prevenir los coágulos sanguíneos.

La persona debe consultar con el médico si el bebé se torna azul cuando llora o defeca. Sin embargo, generalmente este trastorno únicamente se descubre por casualidad cuando el cardiólogo realiza una ecocardiografía (ecografía del corazón) para evaluar un soplo cardíaco que no tiene relación con esto.