MedlinePlus Información de Salud para UstedMedlinePlus Información de Salud para UstedMedlinePlus Información de Salud para Usted

 

Enciclopedia médica en español

Otros temas:  A-Ag  Ah-Ap  Aq-Az  B-Bk  Bl-Bz  C-Cg  Ch-Co  Cp-Cz  D-Di  Dj-Dz  E-Ep  Eq-Ez  F  G  H-Hf  Hg-Hz  I-In  Io-Iz  J  K  L-Ln  Lo-Lz  M-Mf  Mg-Mz  N  O  P-Pl  Pm-Pz  Q  R  S-Sh  Si-Sp  Sq-Sz  T-Tn  To-Tz  U  V  W  X  Y  Z  0-9 

Incontinencia imperiosa

Contenido:

Imágenes

Tracto urinario femenino
Tracto urinario femenino
Tracto urinario masculino
Tracto urinario masculino

Nombres alternativos    Volver al comienzo

Vejiga hiperreactiva; Inestabilidad del detrusor; Hiperreflexia del detrusor; Vejiga irritable; Vejiga espasmódica; Vejiga inestable; Incontinencia con tenesmo

Definición    Volver al comienzo

Es una necesidad fuerte y repentina de orinar. Luego, la vejiga se contrae, llevando a una fuga o escape de orina.

Causas, incidencia y factores de riesgo    Volver al comienzo

La capacidad de la persona para retener la orina depende del funcionamiento normal de las vías urinarias inferiores, los riñones y el sistema nervioso. La persona tiene que tener igualmente la capacidad física y mental para reconocer y responder a la necesidad imperiosa de orinar.

La capacidad de la vejiga para llenarse y almacenar orina requiere que esté funcionando el músculo del esfínter (que controla la salida de orina fuera del cuerpo) y que el músculo de la pared vesical (detrusor) esté estable.

El proceso de micción consta de dos fases:

Durante la fase de llenado y almacenamiento, la vejiga se expande de manera que pueda almacenar una cantidad cada vez mayor de orina. La vejiga de una persona promedio puede contener de 350 a 550 ml de orina. Generalmente, una persona siente que tiene necesidad de orinar cuando hay aproximadamente 200 ml de orina almacenada en la vejiga.

El sistema nervioso le avisa a la persona sobre la necesidad de orinar y también permite que la vejiga continúe llenándose.

La fase de vaciado requiere que el músculo detrusor se contraiga, forzando la salida de orina de la vejiga. Al mismo tiempo, el músculo del esfínter tiene que relajarse, de tal manera que la orina pueda salir del cuerpo.

La vejiga de un bebé se contrae de forma automática cuando se alcanza un determinado volumen de orina. A medida que el niño crece y aprende a controlar la micción, parte del cerebro (corteza cerebral) ayuda a impedir la contracción del músculo de la vejiga, lo que permite retardar la micción hasta cuando el individuo esté listo para usar el baño.

Las contracciones musculares de la vejiga no deseadas pueden suceder a raíz de problemas en el sistema nervioso (neurológicos) e irritación vesical.

INCONTINENCIA IMPERIOSA

La incontinencia imperiosa es la fuga o escape de orina debido a la contracción inapropiada de los músculos vesicales. A menudo, estas contracciones suceden sin importar la cantidad de orina que hay en la vejiga.

La incontinencia imperiosa puede resultar de:

En los hombres, la incontinencia imperiosa también puede deberse a:

En la mayoría de los casos de incontinencia imperiosa, no puede identificarse una causa específica.

Aunque la incontinencia imperiosa puede presentarse en cualquier persona a cualquier edad, es más común en las mujeres y en las personas de edad avanzada.

Síntomas    Volver al comienzo

Signos y exámenes    Volver al comienzo

Durante un examen físico, el médico examinará el abdomen y del recto. A las mujeres también se les practicará un examen pélvico y a los hombres un examen genital. En la mayoría de los casos, el examen físico no revela nada anormal.

Si se presentan causas relacionadas con el sistema nervioso (neurológicas), se pueden encontrar otras anomalías.

Entre los exámenes que se pueden realizar se encuentran:

Pueden realizarse otros exámenes para descartar otros tipos de incontinencia. La prueba del hisopo o Q-tip mide el cambio en el ángulo de la uretra cuando está en reposo y cuando está escurriendo orina. Un cambio de ángulo mayor a 30 grados a menudo indica que los músculos que sostienen la vejiga están débiles, lo cual es común en la incontinencia urinaria de esfuerzo.

Tratamiento    Volver al comienzo

La elección de un tratamiento depende de la severidad de los síntomas y de qué tanto interfieren con el estilo de vida de la persona. Existen tres grandes categorías de tratamiento para la incontinencia imperiosa: medicamentos, readaptación y cirugía.

MEDICAMENTOS:

Si se encuentran evidencias de una infección en un urocultivo, el médico prescribirá antibióticos.

Los medicamentos que se emplean para tratar la incontinencia imperiosa relajan la contracción involuntaria de la vejiga y ayudan a mejorar su funcionamiento. Existen varios tipos de medicamentos que pueden utilizarse solos o en combinación:

La oxibutinina (Ditropan) y la tolterodina (Detrol) son medicamentos para relajar el músculo liso de la vejiga. Son los medicamentos de uso más frecuente para la incontinencia imperiosa y están disponibles en una fórmula de una vez por día lo que hace su dosificación fácil y efectiva.

Los efectos secundarios de los medicamentos anticolinérgicos son boca seca y estreñimiento. Sin embargo, estos medicamentos no se pueden utilizar en pacientes con glaucoma de ángulo cerrado.

El flavoxato (Urispas) es un fármaco antiespasmódico. Sin embargo, los estudios han mostrado que no siempre es eficaz para controlar los síntomas de la incontinencia imperiosa.

Los antidepresivos tricíclicos también se han utilizado para tratar la incontinencia imperiosa, debido a su capacidad de "paralizar" el músculo liso de la vejiga. Entre los posibles efectos secundarios se encuentran:

DIETA

Algunos expertos recomiendan controlar la ingesta de líquidos, además de otras terapias, para el manejo de la incontinencia imperiosa. El objetivo de este programa es distribuir los líquidos a lo largo de todo el día, de manera tal que la vejiga no tenga necesidad de manejar un gran volumen de orina de una sola vez.

No se deben tomar grandes cantidades de líquido con las comidas, limitando la ingesta a menos de 236 ml (8 onzas) por vez; entre comidas, sólo deben tomarse pequeños sorbos y se debe suspender la ingesta de líquido aproximadamente dos horas antes de acostarse.

Igualmente, puede ser útil eliminar alimentos que puedan irritar la vejiga como:

READAPTACIÓN DE LA VEJIGA

El manejo de la incontinencia imperiosa, por lo general, comienza con un programa de readaptación de la vejiga. Ocasionalmente, la estimulación eléctrica y la terapia de biorretroalimentación pueden emplearse junto con la readaptación de la vejiga.

Un programa de readaptación de la vejiga implica conocer los patrones de los episodios de incontinencia y luego la persona aprende de nuevo las destrezas necesarias para el almacenamiento y vaciado adecuado de la vejiga.

La readaptación de la vejiga consiste en establecer un horario de los momentos en que la persona debe intentar orinar y tratar conscientemente de demorar la micción entre estos momentos.

Uno de los métodos es hacer que la persona se obligue a sí misma a esperar de una hora a hora y media entre las idas al baño, a pesar de cualquier escape de orina o urgencia durante estos momentos. A medida que la persona se vuelve experta para esperar, gradualmente debe incrementar los intervalos de tiempo en media hora, hasta que llegue a orinar cada tres a cuatro horas.

LOS EJERCICIOS DE KEGEL

Los ejercicios de entrenamiento del músculo pélvico, llamados ejercicios de Kegel, se emplean principalmente para tratar a las personas con incontinencia urinaria de esfuerzo. Sin embargo, estos ejercicios también pueden resultar beneficiosos para aliviar los síntomas de la incontinencia imperiosa.

El principio que está detrás de los ejercicios de Kegel es fortalecer los músculos del piso pélvico para mejorar el funcionamiento del esfínter uretral. El éxito de los ejercicios dependerá de la técnica apropiada y del estricto cumplimiento de un programa regular de ejercicios.

Otro método es emplear conos vaginales para fortalecer los músculos del piso pélvico. El cono vaginal es un dispositivo con un cierto peso que se inserta en la vagina. La mujer contrae los músculos del piso pélvico haciendo un esfuerzo para contener el dispositivo en su lugar. La contracción se debe contener hasta por 15 minutos y debe hacerse dos veces al día. En un lapso de cuatro a seis semanas, alrededor del 70% de las mujeres que ensayan este método han tenido alguna mejoría en los síntomas.

BIORRETROALIMENTACIÓN Y ESTIMULACIÓN ELÉCTRICA

La biorretroalimentación y la estimulación eléctrica pueden emplearse para ayudar a identificar el grupo correcto de músculos a trabajar, para asegurarse de estar realizando los ejercicios de Kegel en forma correcta.

Algunos terapeutas colocan un sensor en la vagina (para las mujeres) o en el ano (para los hombres) para evaluar la contracción de los músculos del piso pélvico. En un monitor, aparecerá una gráfica que muestra qué músculos que se están contrayendo y cuáles están en reposo. El terapeuta puede ayudar a la persona a identificar los músculos correctos para realizar los ejercicios de Kegel.

Aproximadamente un 75% de las personas que utilizan la biorretroalimentación para los ejercicios de Kegel ha informado de mejorías en los síntomas y un 15% se considera curado.

La estimulación eléctrica implica el uso de una corriente eléctrica de bajo voltaje para estimular el grupo correcto de músculos. La corriente se puede aplicar utilizando una sonda anal o vaginal. La terapia de estimulación eléctrica puede realizarse en la clínica o en la casa. Las sesiones de tratamiento generalmente duran 20 minutos y se pueden realizar cada uno a cuatro días.

CIRUGÍA

La cirugía puede incrementar la capacidad de almacenamiento de la vejiga y disminuir la presión en su interior. La cirugía está reservada para pacientes que estén muy debilitados a causa de su incontinencia y tengan una vejiga inestable (contracción inapropiada severa) y poca capacidad para almacenar orina.

La cistoplastia de aumento es el procedimiento quirúrgico utilizado con más frecuencia para la incontinencia imperiosa severa. En esta cirugía, se le agrega un segmento del intestino a la vejiga con el fin de aumentar su tamaño y permitir que almacene más orina.

Las posibles complicaciones son las de cualquier cirugía abdominal mayor:

Existe el riesgo de desarrollar conductos anormales en forma de tubo (fístulas urinarias) que ocasionan drenado urinario anormal, infección urinaria y dificultad para orinar. La cistoplastia de aumento también está asociada con un riesgo ligeramente mayor de desarrollo de tumores.

La estimulación del nervio sacro es una opción quirúrgica más nueva que consiste en una unidad implantada que envía pequeños pulsos eléctricos al nervio sacro. Los pulsos eléctricos pueden ajustarse a los síntomas de cada paciente.

BOTOX

Una terapia experimental consiste en la inyección de la toxina botulínica (Botox) dentro del músculo de la vejiga para ayudar a detener las contracciones involuntarias que llevan a la incontinencia imperiosa. Los resultados de los estudios preliminares sugieren que es una opción de tratamiento prometedora para aquellas personas que no reaccionan favorablemente a otras terapias.

ACTIVIDAD

A las personas con incontinencia imperiosa les puede ayudar el hecho de evitar las actividades que irritan la uretra y la vejiga, como tomar baños de espuma o usar jabones cáusticos en el área genital.

CONTROL

La incontinencia urinaria es un problema prolongado (crónico). Aunque la persona se puede curar con tratamiento, deben continuar acudiendo al médico para evaluar el progreso de sus síntomas y vigilar las posibles complicaciones del tratamiento.

Expectativas (pronóstico)    Volver al comienzo

La recuperación de la persona depende de los síntomas, de un diagnóstico preciso y del tratamiento apropiado. Muchos pacientes tienen que intentar diferentes terapias (algunas al mismo tiempo) para reducir los síntomas.

El mejoramiento instantáneo no es usual y generalmente se requiere paciencia y perseverancia para ver una mejoría. Un pequeño número de pacientes requiere intervención quirúrgica para controlar los síntomas.

Complicaciones    Volver al comienzo

Las complicaciones físicas son poco comunes. Sin embargo, pueden surgir problemas psicosociales, particularmente si la persona es incapaz de ir al baño cuando siente la urgencia de orinar.

Situaciones que requieren asistencia médica    Volver al comienzo

La persona debe concertar una cita con el médico si:

Prevención    Volver al comienzo

Comenzar las técnicas de readaptación de la vejiga de manera temprana puede ayudar a reducir la severidad de los síntomas.

Referencias    Volver al comienzo

Rogers RG. Clinical practice. Urinary stress incontinence in women. N Engl J Med. 2008;358:1029-1036.

van Kerrebroeck PE, van Voskuilen AC, Heesakkers JP, Lycklama a Nijholt AA, Siegel S, Jonas U, et al. Results of sacral neuromodulation therapy for urinary voiding dysfunction: outcomes of a prospective, worldwide clinical study. J Urol. 2007;178:2029-2034.

Shamliyan TA, Kane RL, Wyman J, Wilt TJ. Systematic review: randomized, controlled trials of nonsurgical treatments for urinary incontinence in women. Ann Intern Med. 2008;148:459-473.

Actualizado: 5/22/2008

Versión en inglés revisada por: Scott M. Gilbert, MD, Department of Urology, Columbia-Presbytarian Medical Center, New York, NY. Review provided by VeriMed Healthcare Network. Also reviewed by David Zieve, MD, MHA, Medical Director, A.D.A.M., Inc.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.

A.D.A.M. logo

La información aquí contenida no debe utilizarse durante ninguna emergencia médica, ni para el diagnóstico o tratamiento de alguna condición médica. Debe consultarse a un médico con licencia para el diagnóstico y tratamiento de todas y cada una de las condiciones médicas. En caso de una emergencia médica, llame al 911. Los enlaces a otros sitios se proporcionan sólo con fines de información, no significa que se les apruebe. © 1997-2009 A.D.A.M., Inc. La reproducción o distribución parcial o total de la información aquí contenida está terminantemente prohibida.